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La Red Privada Virtual (RPV), en inglés Virtual Private Network (VPN), es una tecnología que permite extender una red local privada para ser consultada desde una red pública a través de Internet.
Te lo explicamos con un ejemplo práctico para que lo entiendas a la perfección. Imagínate que estás de viaje de trabajo y llevas un portátil que solo lo utilizas para viajar y que no tiene cargada toda la información de trabajo que necesitas. Si te conectas a Internet con una conexión VPN podrás acceder a la red local privada de tu trabajo y consultar toda la información de tu ordenador como si estuvieras sentado en la silla de tu oficina, y todo ello utilizando solo la infraestructura de Internet.
En este tipo de redes el tema de la seguridad está muy cuidada para evitar intrusiones no deseadas, ya que en realidad lo que se hace es crear un camino a través de Internet para intercambiar datos privados.
Su uso está muy extendido hoy en día porque facilita la comunicación entre usuarios o empresas que estén en lugares distintos a un coste muy bajo. Imagínate si se quisieran comunicar sucursales de una empresa ubicadas en países distintos, la conexión por cableado sería inviable, y por satélite saldría demasiado caro.
Si tu intención es utilizar esta conexión, haz clic con el botón derecho del ratón encima del icono de redes del escritorio, escoge la opción Editar las conexiones, entra en la pestaña VPN, y haz clic en el botón Añadir.
En esa ventana, marca la casilla de verificación Conectar automáticamente. Si tienes algún problema para conectarte prueba a hacerlo de forma manual en la pestaña Ajustes de IPv4. Los datos que debes especificar es mejor que te los proporcionen en tu trabajo o que le preguntes a alguien que pertenece a la red local privada.
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